martes, julio 25, 2006

Estimaciones

Paenza en su libro Matemática...¿estás ahí? (que creo que está en algún lugar de la red pero que yo no encontré, prometo linkearlo si lo encuentro), dice que uno de los principales problemas de la secundaria en custión de Matemática, es que no enseñan ni estimulan las estimaciones; sí, la estimación (página 132). Y en la 140 subtitulo: Aldea global. En él dice que si la población del mundo fuera igual a 100, 70 serían no blancos y 30 blancos, el 50 % de la riqueza del mundo estaría en manos de seis personas, 70 serían analfabetos, 50 sufrirían malnutrición, 80 vivírían en viviendas precaras y sólo uno tendría título universitario. Esto en base a datos de las Naciones Unidas de 1996.Como se tratan de estimaciones, mejorar no mejoró. En esto estamos mayoritariamente de acuerdo. Nosotros, los que escribimos blog, estimando con mucho pero mucho viento a favor, escribimos para el 20% de la humanidad. Y hablamos de los problemas que aquí vemos como si fueran los problemas del mundo. Sí, son parte de los problemas del mundo, pero no LOS problemas del mundo. Esto que estoy escribiendo no tiene el mínimo interés, y sin embargo hablamos de blogósfera con una naturalidad que espasma. Nuestros privilegios son claros (incluso más de uno va a la facultad, no sólo por estimación, sino por conocimiento), o sea, esto que hacemos, que supone tener acceso más o menos ilimitado y a voluntad a una computadora, es un privilegio. Igual nos quejamos. Yo no escribo para que no nos quejemos más, para que no se escriban más pavadas (como ésta) y para que le mundo sea armonioso (salvo en las películas de Terence Malick y por cierto metraje, la armonía del mundo es más aburrida que chupar un clavo), si no para que no seamos tan mariquitas que estemos llorando por cualquier cosa sin admitir nunca que las cosas pueden salir mal (un hecho comprobable todos los días) ni tan estúpida y falsamente idealistas como para llorar un tango a diario (el mundo se puso muy tanguero desde las Torres gemelas). Bah, la verdad, que cada uno escriba lo que quiera. Así está bien. Fuck off

Conducta

Darío Gallo adoctrina con esto, aunque después uno descubra esto, a cargo de él mismo, entre otros, que también está a cargo (o es uno de los que está a cargo) de Noticias, revista en la que todo el mundo sabe sólo prima la excelencia. Pero bueno, dejar de decir tantas pavadas y de darse de aires de impoluto (Gallo se debe acordar de es palabrita que se usaba en Polémica en el bar) o de no sé qué no aporta para nada. Bien vendría llamarse a silencio, aunque sea a veces. En ese curso de periodismo hay que poner la tarjeta de crédito, y dice que está dedicado, entre otros, a los estudiantes de comunicación y otras. ¿Qué estudiante tiene tarjeta de crédito? Ah, se la pone el papá (disculpen el erotismo). Pero que yo sepa no abundan las tarjetas de crédito. Es cierto, el periodismo es un oficio (no una profesión, ahi acuerdo con uno de los tres post) popular dirigido a las clases populares, como la carpintería, ¿alguien estudió carpintería pagando con tarjeta de crédito?

jueves, julio 20, 2006

Discriminación al revés

Tendría que llamarse concheteada, como se decía antes, y no estas cosas ridículas de la corrección política. ¿Qué es la discriminación al revés? Si del derecho y del revés es discrimación, ¿entonces cuál discrimina? ¿O hay una discriminación superior a otra, o de mayor calidad? Pero bueno, esto es lo que produce la gente que piensa diferente (como la definición de sí mismo de Mac) pero actúa igual: especialmente ahora que tiene procesador Intel. Justificaciones encuentra cualquier, sobre todo los puristas.

martes, julio 18, 2006

Te quiero mucho mami

Esto es lo que pueden hacer las madres con los hijos: idiotas que no pueden escapar de ellas, se hacen pis en la cama (según dijo O'Donnell en lo de Pettinato), asesinos seriales o de otro tipo. Pero son inimputables: si además lo hacen todo por amor, y con mucho amor; mami te quiere, no quiere que te pase nada malo. Cuentan con le beneplácito del psicoanálisis, que después de todo ellos también son hijos y uno no se puede cargar a los padres así nomás; salvo que sea varón, ahí te justifica, te entiende: estás celoso de que tenga a tu mami. Bien vendría que la mami se deje coger/agarrar más por el padre una vez nacido el hijo: un gran beneficio para el hijo, un verdadero acto de amor. Eso sí, después todo es culpa del padre ausente. El padre siempre está ausente, si hasta a Jesús dejó solo. Pero para que no me acusen de desvarío o me recomienden destapa cañería, digo que sitios así, poniendo tanto énfasis (por no decir todo) en las cuestiones de género, lo único que facilitan es al ausencia del padre. Pero en el país del tango las cosas son de esta manera. Mi vieja creó un idiota de corazón lunático, cantaba el tanguero Indio Solari pensando (o representando) que él no era tanguero, y mucho menos lo pensaban sus seguidores. La madre feliz con el piropo creído crítica. De última está el padre para echarle la culpa, a su falta de presencia digo. No quiero imaginar si el modelo palermitano se impone en el mundo. Encima si querés tratar de explicar algo de esto te empiezan a manejar la culpa, y si se lo decís a tu psicólogo dice que la entiendas. ¡Fuck off! Gracias mami.

miércoles, julio 12, 2006

Paraguas

Cuando el mundo se amplía se vuelve hostil. El Mundial nos mantuvo unidos bajo una especie de paraguas protector. Unos cuantos, la mayoría, todos nos dimos el permiso de disfrutarlo olvidándonos del mundo. El Mundial lo avalaba. Ahora ingresar a los blogs que el Mozilla nos guarda con tanto celo implica una navegación larga y prácticamente sin rumbo a territorios o que habíamos abandonado o desconocíamos. Por eso le diría a Lucy que por ahora sólo bloguee, que visite los sitios de siempre y no desespere. No escribe desde Italia-Alemania. La ciencia maldita está dedicada a la política, Tp abre el juego hacia otros lugares a partir del fútbol local. De repente se ve el cielo, al vecino, la mancha en la cara, las expensas impagas y todo, todo lo que dejamos de lado (de lado en nuestra cabeza, que es el único lugar que importa porque es el único lugar donde las cosas realmente se pueden dejar de lado). No se trata de duelo ni de llanto, incluso ni siquiera de vacío. Es el fin del amuchamiento, que no implica estar juntos, pero lo bien que hace.

martes, julio 11, 2006

Wimbledon es un blog que suelo leer, al igual que mucho otros. Y esto ahora me hace desconfiar. Porque ahí dice: "Italia nunca sabrá lo que es ganar un Mundial metiéndole tres goles a Brasil, tres a Alemania y dos a la Argentina. ¿Que esas cosas no importan? Sí que importan. Debería darles vergüenza." Ya lo hicieron Wimbledon, en 1982: 2 a 1 a Argentina, 3 a 2 a Brasil y 3 a 1 a Alemania, con un equipo bastante más generoso que el de 2006, aunque claro, ahí la diferencia las marcan las épocas: 1982 parecía ser un tiempo más generoso que el actual, de hecho todos los equipos lo eran, y por eso aquella Italia, mezquina para el recuerdo, frente a la actual es noble. Así su segundo punto se hace dudoso: será recordado por el cabezazo (Zidane) antes que por su juego; si la memoria que lo evoca es la de Wimbledon, por supuesto, si la memoria que lo evoca es esta (a la que me sumo), no. Tercer punto: travesaño, ¿cuál travesaño?; el único que hubo en partido favoreció a Italia, después Buffon le sacó un gran cabezazo a Zidane (que no pudo darle la direcció precisa) y otra pelota de Ribery se fue muy cerca del palo. ¿De qué habla Wimbledon? ¿Qué final vio? Si es una joda, no se entiende, si va en serio, acaso adhiere al mundial de la televisión, que no sólo trató de ser lo más botona posible (con la excusa de que permitía saber la verdad acerca de las jugadas) sino que impidió ver muchas jugadas por detenerse en planos en cámara lenta, la mayoría de las veces insustanciales, de jugadores, técnicos y mujeres-novias-amantes lamentando o festejando algo. No hay que alarmarse, en Wimbledon (en el torneo), en la final Federer-Nadal vi algo parecido con el festejo de la novia del impasible suizo. Y eso que quedó demostrado con el gol de Crespo a los mexicanos que la tecnología no garantiza nada: con todas las filmaciones y cámaras no se puede ver si le pega antes que el mexicano o no. Creo que hubo una foto que se lo da a Crespo. Bueno, tal vez el deporte de Wimbledon no sea el fútbol.

lunes, julio 10, 2006

Resulta que Zidane está bien hechado pese a que su prueba es una repetición de televisión y no una prueba que según el reglamento es la única que vale: ser visto por el árbitro o por alguno de sus líneas. País poco afecto a los formalismos legales (pensando que la justicia, su administración, depende de otras cosas y no de las formas legales), reivindica la decisión de Elizondo al expulsarlo y habla de un final poco digno, desastroso y otro tipo de cosas. La televisión, esa que se convirtió en tan vedete como los jugadores impidiendo más de una vez ver jugadas por su idea de que hay cierto preciosismo en mostrar repeticiones en cámara lenta gestos o fules, volcó el partido en favor del menos atrevido de los dos. Nadie dice que lo de Zidane estuvo bien, sino que si vale decirle callate argelino de mierda (o sucio, según la versión) vale responderle de esa manera; si valen las recomendaciones de Bilardo para sacar ventaja, entonces vale la reacción de Zidane. Es más, vale más la reacción de Zidane porque es auténtica, no reviste ninguna especulación, no quiere sacar ventaja, sólo responder a lo que considera una inadmisible agresión. Es más, ninguno de sus compañeros lo criticó, y menos hizo el escarnio que esperaban varios de los ideólogos locales. Una prensa proclive y deseosa de crear un estereotipo argentino (alguien me dijo que con la intención de crear un mercado) llena página de diarios y tiempos radiales y televisivos para hablar de Elizondo. Aunque lo hace para elogiarlo. La justicia y sus similares no son plausibles de comentarios favorables, o lo son de críticas o lo son de análisis, nunca de loas, de erección de monumentos, y eso que tienen en sus manos cosas mucho más importantes que dirigir un partido de fútbol. Nadie ve a La Nación o a Clarín hablando bien del dictamen o el fallo de algún juez, simplemente se dedica a informar, a poner voces disonantes, al análisis de habilitan los especialistas. Pero no para ser tapa elogiosa. Gusto pos vómito deja en la boca semejante portada. Peor si se recuerda que el árbitro no tuvo la suficiente personalidad como para no dejarse llevar por lo que le decían haber visto por televisión. Sus lobistas y adeptos por desinterés o poca convicción defienden una forma de cuidarse el culo: no cuestionar al poder ni a los poderosos.

sábado, julio 08, 2006

El tal Hernani se queja de papá Quintín, diciendo que hay que lástima dejar de ser adolescente y que papá no lo entiende y por eso es tremendista. Sorprende cómo se habla de memoria. No porque se repitan las cosas, sino porque se recurre al recuerdo para habla como si los hechos hubieran sido así. En Yahoo!, en su apartado Mundial, están todas las copas con sus respectivos números. En Alemania hubo un 8 a 0, lo que hizo que Klose en la primera ronda tuviera los mismos goles que ahora en seis partidos. ¿Eso dice algo? ¿Hacerle 8 a Arabia Saudita habla de un mejor mundial, de un mundial más desparejo, desproporcionado, de simples sparring? Frente a esto, ¿cómo puede ser argumento que ahora Klose tenga sólo5, como no sucedía desde 1962? ¿Acaso en 1962 no hubo figuras, según nos contaron, no fue el Mundial de Garrincha? ¿Kempes con 6 en 78 hace de ese un buen mundial? Hay datos que se presenta como argumentos y realmente desconciertan. O invitan a pensar en alguna intención aviesa. ¿Cuántos de los que como Hernani y Quintín dicen que el Mundial 90 fue lamentable o algo por el estilo rehusarían de poner Inglaterra-Camerún por los cuartos de final en una lista de los diez mejores partidos de los últimos diez mundiales? ¿Y el Alemania-Holanda, con Klinsman, Gullit y Van Basten y esa generación de jugadores holandes geniales que en buena medida arruinó el argentino Juan Carlos Loustau? ¿Y el Camerún-Colombia y Bélgica-Inglaterra? Que Argentina haya sido mediocre no habilita para hablar de Italia 90 con esa liviandad. Hubo buenos partidos y buenas selecciones, como la de Inglaterra, mucho más generosa que la de Eriksson. Del 94 se habla como un gran Mundial pero tuvo la única final que se definió por penales, con el Brasil más amarrete que se tenga memoria que, asustadizo después del síndrome de Argentina 90 esperaba cualquier ayudita de los amigos porque ni siquiera podía hacer frente a un equipo diezmado como Italia, protagonista de dos muy buenos partidos: contra Bulgaria (la revelación del torneo) en semifinales, y con España en cuartos; en ambos demostrando por qué es un grande y tiene mejor fútbol del que la mayoría queiere admitir. De hecho es protagonista fundamental del 70 a la fecha, después del desastre de Inglaterra 66. Este sí es Mundial mediocre, y sí tiene que ver con algunas cuestiones organizativas. Sin embargo se confunde la sensación irracionalmente adolescente que despierta un Mundial con el buen fútbol, y una cosa poco tiene que ver con la otra. Sí, Hernani, México 86 se jugaba al mediodía, pero tenía, por nombrar los que me acuerdo, a Zico, Maradona y Platini, tres jugadores que Alemania 2006 dificilmente pueda juntar sumando todos. Lo cual no quiere decir tampoco que fue un desastre, fue más bien monótono, algo anodino, falto de relieve, sorpresa y libertad y muy llorón y policíaco (jugadores que piden amarillas y expulsiones para sus compañeros de club que ahora son rivales de selección, jugadores llorando cada vez que son eliminados en alguna ronda). Nada que difiera del mundo de todos los días. En ese sentido, el Mundial sí es un fracaso, porque no tiene la característica de acontecimiento, su única razón de ser. Para atrás todos los tuvieron: desde el fútbol demostrado hasta el equipo sorpresa, siempre hubo algo que sacara a lo cotidiano de su monotonía. Veamos qué nos dejan los dos últimos partidos.

jueves, julio 06, 2006

"Te dejo para el final un comentario que me hizo llegar ayer un amigo médico que tiene trato personal con el médico de Boca", dice Jorge Blumenfeld en un correo al jefe/director/líder de lo que terminó siendo la más rica cobertura del mundial. "Este le comentó acerca de los famosos trastornos psicologicos de JRR (cosa que me importa 3 caraxos, porque yo vi jugar a Bochini y que fuera un necio o no, no impedia que fuera Bochini), pero que un detalle muy llamativo de JRR era que si no queria a alguien no le daba la pelota. Asi como suena. Jugador Profesional. 1era de Boca. Ahi empecé a aceptar que no era casualidad que Crespo nunca hubiera recibido una habilitacion de él. Ni una. Aunque fuera en un cuarto de final de una copa del mundo y lo dejara mano a mano contra Lehmann para poner un 2 a 0 lapidario." No parece muy honorable la actitude de Blumenfeld. Apelar a intimidades de las personas para explicar sus conductas es más bien bajo: es como decir que alguien no es buena persona porque es puto, o de derecha, o de lo que mierda se les ocurra. Tiene un problema psicológico, dice Blumenfeld, como si el mundo de Riquelme girara alrededor de ese eje: si no quiere a alguien, no se la pasa. No sólo es hablar mal de Riquelme a partir de un chisme, sino también hablar mal de los compañeros, porque supone al cobardía del resto: los considera incapaces de reclamar el cambio de esa actitud, de hablar con el técnico para que ponga atención y revea su postura de hacer girar el equipo alrededor de un egocentrista; o sea que son una manga de incapaces para resolver no sólo los propios problemas psicológicos sino tampoco actuar sobre el entorno, cosa que habla mal de ellos doblemente, lo mismo que de sus respectivos analistas si es que alguna vez consultaron uno. Y encima al principio de su misiva dice que Quintín no argumenta. Lo que hace es peor que no argumentar: hacerlo a partir de un chisme no sólo es poco honorable, también es vulgar. No hay capacidad para que el chisme produzca alguna asociación válida que puede entregar un nuevo pensamiento, o hay pereza intelectual para pensar los caminos a los que nos puede llevar el chisme. En cualquier caso, no es argumento. Y desacredita a quien lo utiliza para defender su postura. Blumenfeld utiliza la fórmula del bando al que dice no pertenecer. Volveremos sobre ellos, porque de ellos es el mundo, y probablemente a esta altura ya también lo sea el reino del Señor.

miércoles, julio 05, 2006

1. Con Riquelme le ganábamos 2 a 1 a Inglaterra, salió y en cinco minutos nos hicieron dos goles. Resultado final: 3-2 abajo. Con Riquelme ganábamos 1 a 0 contra Alemania, salió y 1 a 1 y a los penales. ¿Quién es el que dice que Riquelme no dio lo que se esperaba, no estuvo a la altura de las circunstancias? ¿Acaso no se quería llegar a semifinales? Entonces había que dejar a Riquelme en el campo. Cuando fue el partido contra Inglaterra dije: mejor no saquemos nunca a Riquelme. Uno me preguntó por qué. Y porque Riquelme duerme a todo el mundo: a los propios, a los contrarios, al público y a los televidentes: uno duerme cuando está tranquilo o dopado, si no, no duerme. Así que a los críticos que lo tratan de Román y le dicen que no jugó bien, que vayan a ver las estadísticas y vuelvan a ver los partidos que dicen estudiar para después hablar.

2. Cada vez que fue candidato, Italia se despidió rápido. En el 86 venía como campeón y si no me acuerdo mal se fue en octavos (a lo sumo en cuartos); en el 78 venía del desastre del 74 (donde había ido como candidato y quedó afuera en la primera ronda o último en la segunda vuelta de todos contra todos) y casi llega a la final después de haber empatado con el hasta entonces campeón Alemania; perdió con Brasil por el tercer puesto. En el 90 era candidato y lo dejó afuera la Argentina. En el 94 nadie daba dos pesos por ella porque tenía al equipo diezmado de lesiones (principalmente Franco Baresi, que lo aguantaron hasta la final) y ni Brasil les pudo ganar: perdieron la final por penales, definición que nunca les fue favorable. En el 98 hicieron sapo de nuevo, cuando eran uno de los favoritos. Ahora que de nuevo nadie daba dos pesos por ellos, vuelven a estar en la final. Argentina, ese país italiano que habla español, tampoco nunca puede llegar a nada cuando es favorita. El 2002 es el ejemplo más claro, pero hay otros como el del 82 y en buena medida el del 90, que si no fuera por esa entelequia de los mejores terceros quedaba afuera en la primera ronda. Ahora pasó algo parecido, contra Alemania se fue haciendo cada vez más favorito a medida que se acercaba el partido, hasta que llegó ese corner que entregó Rodríguez, el síntoma de lo que estaba sucediendo: susto. Miedo escénico le llaman algunos, te das cuenta que podés ganar y empezás a perder. ¿Se acuerdan de Coria en la final contra Gaudio en Roland Garros? Bueno, eso, se empieza a pensar que es posible ganar y entonces a casa. Por algo una de las frases más escuchadas en estos días es faltaban diez minutos. ¿Y? Abondanzieri sale mal por primera vez en el torneo después de ese córner que entregó Rodríguez, quien recibió miradas de reprobación del mismo Abondanzieri y Ayala. Tal es el descalabro subterráneo que crece como bola de nieve en cada jugador, que el tipo que falla en el gol alemán es Ayala, que permite el primer cabezazo: también es la única que falló, y un equipo no puede depender de la infalibilidad de un jugador. Después el susto se le contagió a Pekerman y chau, ya no había salida. Pekerman era el hombre de la última oportunidad, tal vez no de la histórica, pero sí de la última que presentó el partido. Era el último hombre. La runfla de periodistas deportivos de este país, probablemente la runfla de periodistas siguen con esa tara argentina de que todo puede preverse y salir a la perfección. Y citan a Bilardo y lo reportean para diga sus falsedades, olvidando cómo besaba la estampita de no sé qué santo en cada partido de Argentina en Italia 90.