lunes, octubre 16, 2006

Beatles

Si John fue el serio y revolucionario y George el más romántico, entonces Paul fue el que se tomaba todo en joda y Ringo el que estaba de prestado (incluso en la vida) y todo lo miraba con el embelesamiento del que gana la grande. Por años se creyó que John había sido castigado por esa actitud que todos le atribuíamos, incluso los que nunca fuimos partícipe de la polémica como nos habían hecho creer quienes llegaron al mundo antes ya que esos años que les había tocado vivir a ellos y nosotros no eran insuperarbles. La vida había sido injusta con John, y se lo había llevado antes de tiempo. Como sólo es posible ver las cosas con el resultado puesto, estamos en condiciones de decir que a Paul no le fue mejor; incluso podríamos decir que le fue peor. Alguno puede pensar que se lo merece y otras pavadas por el estilo, pero el punto más interesante es que quedar vivo no es una ventaja a priori. George no la pasó mejor en sus últimos años, y Ringo es el que más se acostumbra a todo porque de chiquito su vida fue eso, acostumbrarse a todo, con esas operaciones constantes que no lo dejaban en paz. Tampoco sabemos cómo habrían sido los veintipico de años que John no lleva con nosotros. ¿El cinismo de los años posteriores a su asesinato lo habría perdoanado?
Todo viene a cuento que esa generación también llegará a la vejez, no a los viejos piolas de 60 que son ahora. Y si bien en esta página no se defiende la idea de que la vida compensa y tiene su sentido de justicia, hay cosas como saber que esos tipos que ocupan con esforzado miserabilismo el espacio que vienen ocupando desde hace cuatro décadas algún día no estarán más, provoca una sonrisa de satisfacción.