jueves, agosto 24, 2006

Aburridos

Hernán Iglesias Illa se queja acá que tiene la sensación de que se acabó la discusión política. Y que quienes están en condiciones de darla se encuentran disfrutando de las bondades del corredor norte de Buenos Aires, que es el que está más allá de la avenida Corrientes. Más bien Iglesias parece extrañar Buenos Aires, ahora que la diáspora argentina terminó y varios emprendieron el regreso después que la percepción de la llegada del tsunami social-económico-político argentino los haya hecho viajar a tierras más estables. Incluso no estaría mal arriesgar que vuelven porque perciben que el tsunami ahora está en el Norte, con todo eso del terrorismo, la guerra en Medio Oriente y, por qué no, la prohibición de la televisión inglesa de que Tom y Jerry aparezcan fumando.
Huilli Raffo le contesta con Fertilidad. Una palmada de amigo, como diciendo que la inquietud de Hernán es mejor que la no inquietud de nada (cosa que es cierta), y que está bueno discutir y todo eso, pero que con el kirchnerismo no se puede. De acá, de los que están de este lado del océano y en los meridianos del sur, donde sólo llegan turistas y algún que otro eco de los males del mundo, nadie. El dúo parece estar aburrido, y busca interlocutores que los entretengan con la política argentina. De hecho, el título del post de Iglesias, Qué silencio, remite a la expresión que algunos,
parafraseando a las hinchadas de fútbol, usábamos de chicos para cargar a otros pibes: Qué silencio, qué silencio, era el cantito sin entonación definida y de rima inexistente.
Algo enojado, Barra de seriales dice sí, y ¿qué?, una postura más acorde con estos tiempos K que tiene 30 comments que lo avalan en mayor o menor medida. No es que Iglesias haya sacudido el avispero, sino que su actitud parece la del nene que se quedó sin compañeritos para jugar. Y Raffo, a su manera, lo apoya: el kirchnerismo no quiere discutir. No tiene con quién, que no es lo mismo. Ahí en TP Abraham se puso didáctico con los socialistas y peló el manual como para que la izquierda tuviera algún peso a futuro. Pero tampoco encuentra interlocutores para discutir. En cambio puede discutir en buen nivel con James Neilson sobre Medio Oriente, simplemente porque ahí hay algo para discutir. Y en la Argentina no sucede porque no hay condiciones. Y menos mientras la economía siga en la senda que está. Porque lo que dice Rollo Tomasi acá (que yo sepa, ningún oficialista) lo piensan un montón. Y lo bien que hacen, porque pensar lo contrario acerca a la necedad.
Quizá deberían pensar en la vuelta, quien les dice que no se aburren tanto.